Independencia, libertad, protección y ética periodística son alcanzables

Si algo se tiene claro de la historia, es que es muy difícil conocer y entender los hechos en su totalidad. Distintas fuentes, distintas versiones, influencias e intereses de por medio conllevan a que la información difundida y el conocimiento que se le da al pueblo pueda no siempre ser veraz y completa. Sin embargo, cuando una voz se pronuncia con el objetivo de ser “justa”, suele ser silenciada. Grupos armados, narcotraficantes, entidades gubernamentales y el estado mismo suelen estar detrás de atentados contra periodistas que se postulan firmemente en defensa de la imparcialidad y la informacion veraz. “Lo Justo” busca hacer memoria histórica de dichos periodistas, al igual que contar sus historias y los hechos desde un punto neutro, sin influencias de ningún tipo.

 

Actualmente Colombia está viviendo un momento único e histórico, que será recordado por mucho tiempo como la época que logró finalizar con más de 50 años de guerra y conflicto interno. Sin embargo, ¿por cuanto debió pasar Colombia para llegar a este histórico momento? ¿Cómo se dio todo el proceso? ¿Hubo irregularidades durante éste? ¿Qué hay de la otra cara de la historia? ¿Qué sucedió con los encargados de plasmar dicha información para ser comprendida por el pueblo?

 

El periodismo en Colombia ha tenido muchas dificultades y limitaciones a lo largo de la historia, lo cual aún hoy afecta el conocimiento que tenemos los colombianos respecto a temas de suma importancia como lo es el de La Paz.

 

En la vigente constitución colombiana de 1991, se establece entre varios de sus apartados y artículos la general libre expresión y derechos tanto del quehacer periodístico como de otras facultades. Derecho a tener valores éticos, tener responsabilidad social, tener el interés público como prioridad, tener intimidad y buen nombre, tener libertad de conciencia sin discriminación por convicción alguna, tener el derecho a la honra y el derecho a la petición son, aunque factores claros y claves de la ley de leyes que rige nuestro país, parte de un marco normativo violentado históricamente. Se presenta una limitación por parte de posiciones controladoras que impiden la ética, responsabilidad e independencia del ejercicio periodístico. No obstante, el periodista debe proponer resistencia y ser promotor del disenso, con el fin de mostrar un espectro amplio de la realidad con las distintas partes de la historia. No hay lugar para la actitud complaciente, debe haber criterio y carácter para contradecir opiniones “únicas”, llamado que se evidencia con claridad en la obra “lo que queda de los medios” de Bettetini y Fumagalli. Sin embargo, el periodismo en Colombia ha demostrado ser en su mayoría un periodismo irresponsable y “libreteado” dadas las influencias políticas e intereses de altos mandos. El simple hecho de que los principales medios de difusión del país estén en manos de los altos conglomerados económicos genera de por sí que se evada el profesionalismo. Los pocos periodistas conscientes y profesionales que no forman parte de éste “sistema” y se hacen a un lado para ejercer una labor real y responsable han debido superar una gran cantidad de adversidades, limitaciones y legislaciones controladoras del oficio, tanto por parte del estado mismo como de otras entidades.

 

De igual manera a los varios periodistas que lo han hecho, "Lo Justo" busca establecerse como vocero del periodismo en Colombia, defender el oficio y sus necesidades ante el panorama lleno de obstáculos y adversidades en la historia de Colombia, haciendo un llamado a que todo periodista responsable y profesional jamás debe sucumbir ante cualquier arrinconamiento del tipo que sea, y que por ende es posible, aún hoy, lograr una labor independiente y de calidad.